sábado, 6 de octubre de 2012

PARA COMPRENDER EL CAMBIO CLIMATICO

Para comprender el cambio climático
El cambio climático es un fenómeno que se manifiesta en un aumento de la temperatura promedio del planeta, directamente vinculada con el aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, producto de actividades humanas relacionadas con la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón) y el cambio de uso de suelo (deforestación). Este aumento de la temperatura tiene consecuencias en la intensidad de los fenómenos del clima en todo el mundo
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Para comprender el cambio climático


¿Qué es el fenómeno del cambio climático?

¿Qué es el fenómeno del cambio climático?
Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
De acuerdo a los científicos que han analizado este fenómeno, cada vez tendremos climas más extremosos y fenómenos climáticos más intensos. En general, los veranos serán más cálidos y los patrones de las lluvias se modificarán, dando lugar a lluvias más intensas en algunas partes y lluvias menos frecuentes en otras, aumentando así las sequías.
Los estudiosos del fenómeno han concluido que el cambio climático es producto, principalmente, de la actividad humana. El uso intensivo de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gasolinas, diesel, gas natural y los combustibles derivados del petróleo) y la quema y pérdida de bosques son dos de las principales fuentes de este problema.
Las anomalías del clima experimentadas en el último siglo, o por vivirse en las próximas décadas, podrían incluir alteraciones en las formas en como actualmente experimentamos la variación interanual e interdecadal del clima. Eventos de El Niño más frecuentes o intensos, huracanes de mayor magnitud, ondas cálidas o frías más pronunciadas son algunas de las formas como la atmósfera podría manifestar las alteraciones climáticas resultado de la actividad humana.
También se teme que las capas de hielo que actualmente permanecen en las partes más frías del planeta (en los polos y en las montañas más altas) se vayan derritiendo, lo que aumentará el nivel medio del mar, inundando permanentemente amplias zonas costeras.
Es muy fácil advertir que las consecuencias previstas del cambio climático afectarán nuestro ambiente inmediato y, por consiguiente, la manera en que todos vivimos en nuestro planeta.


¿Qué es la vulnerabilidad?
La vulnerabilidad se refiere al hecho de que podemos ser sujetos de los efectos negativos del cambio climático, ya sea como individuos, como miembros de una comunidad, como ciudadanos de un país o como parte de la humanidad en general.
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) define a la vulnerabilidad como el grado hasta el cual un sistema es susceptible o incapaz de enfrentarse a efectos adversos del cambio climático, incluidas la variabilidad y los extremos del clima. La vulnerabilidad es función del carácter, magnitud y rapidez del cambio climático y de la variación a la que un sistema está expuesto, de su sensibilidad y de su capacidad de adaptación.
Asímismo, el IPCC define sensibilidad como el grado hasta el que está afectado un sistema, en sentido perjudical o en sentido beneficioso, por razón de estímulos relacionados con el clima. El efecto puede ser directo (por ejemplo, un cambio del rendimiento de cosechas en respuesta a un cambio del valor medio de la variabilidad de la temperatura) o indirecto (por ejemplo, daños causados por un aumento de la frecuencia de inundaciones en la costa por razón de una subida del nivel del mar).
Y la capacidad de adaptación se define como la habilidad de un sistema de ajustarse al cambio climático (incluida la variabilidad del clima y sus extremos) para moderar daños posibles, aprovecharse de oportunidades o enfrentarse a las consecuencias.

¿Qué se está haciendo para mitigar el cambio climático?
Ámbito Mundial
En el mundo existen iniciativas en diversos ámbitos para mitigar el cambio climático.
En el ámbito mundial existen acuerdos y acciones concretas cuyo origen se remonta a finales de la década de 1980.
I. LA CONVENCIÓN MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
II. EL PROTOCOLO DE KIOTO
III. MECANISMOS FLEXIBLES
I. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climátco
La creciente preocupación sobre el cambio climático ha llevado a que la comunidad internacional realice, poco a poco, iniciativas para enfrentarlo.
Esto ha ocurrido en varias etapas que se inician con la integración de la evidencia científica y han llegado al establecimiento de obligaciones de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para los países más desarrollados.
Los estudios realizados por diversos grupos científicos durante varios años llevaron a la Primera Conferencia Mundial sobre el Clima, realizada en Estocolmo, Suecia, en 1979. En esta reunión la comunidad internacional manifestó su creciente preocupación por el cambio climático.
Esta fue la primera de un conjunto de reuniones internacionales que se fueron celebrando con el objeto de analizar el tema y llevar a los acuerdos que hoy día permiten hacer frente al fenómeno.


Las investigaciones desarrolladas por científicos de todo el mundo, reunidos en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, IPCC, apuntan que los cambios en el clima pronosticados pueden llevar a transformaciones negativas e irreversibles en los sistemas de la tierra.
Las estimaciones probables sobre el calentamiento de la superficie global para finales del siglo 21 muestran que para el escenario más bajo se proyecta un aumento de 1.8º y para el más alto un aumento de 4.0ºC (proyecciones hechas con 6 escenarios de emisiones SRES, siendo el más bajo el B1 y el más alto A1FI).
Estos esfuerzos iniciales culminan en 1992, cuando, en ocasión de la celebración de la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, Brasil, se adoptó la llamada Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, instrumento que establece compromisos por país frente al cambio climático. En esa ocasión, un total de 155 países firmaron el documento de la Convención, mostrando con ello su adherencia y simpatía por los compromisos en ella planteados. Para México, esta Convención entró en vigor el 21 de marzo de 1994.
La Convención Marco sobre el Cambio Climático establece una estructura general para los esfuerzos intergubernamentales encaminados a resolver el desafío del cambio climático. Reconoce que el sistema climático es un recurso compartido cuya estabilidad puede verse afectada por actividades industriales y de otro tipo que emiten dióxido de carbono y otros gases que retienen el calor.

En el lenguaje de la Convención, los países desarrollados son conocidos como “Anexo 1” y los países en desarrollo como “No Anexo 1”.
La Convención establece compromisos de reducción de emisiones únicamente para los países Anexo 1. Los niveles asignados de reducción de GEI varían de país a país, pero en general, la comisión establece que los países desarrollados disminuyan sus emisiones en 5% con respecto a los niveles de 1990. Esto deben lograrlo durante el primer período de compromiso, entre los años 2008 y 2012.
Los países en desarrollo como México no tienen compromisos de reducción de emisiones. Sus compromisos ante la Convención son: el desarrollo de inventarios de GEI y la publicación de Comunicaciones Nacionales.

II. El Protocolo de Kioto


Después de la Cumbre de Río, el Comité Intergubernamental de Negociación que redactó el texto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático se reunió en seis ocasiones hasta febrero de 1995, fecha en que fue disuelto y la Conferencia de las Partes (CoP) se convirtió en la autoridad máxima de la Convención.
En su primera sesión, celebrada en Berlín del 28 de marzo al 7 de abril de 1995, la CoP determinó la necesidad de adoptar nuevos compromisos más allá del año 2000, debido a que casi ningún país Anexo I parecía estar en vías de cumplir con el compromiso de reducción de emisiones contraído para tal año.
Como resultado de la CoP-1 se instauró el Mandato de Berlín, que buscaba el establecimiento de objetivos cuantitativos de reducción de emisiones de todos los gases de efecto invernadero en periodos específicos de tiempo, tales como 2005, 2010 y 2020.

De tal forma, se estableció un Grupo Ad hoc en el Mandato de Berlín con la encomienda de redactar un protocolo o algún otro instrumento legal para su adopción durante la CoP-3, a celebrarse en 1997 en la ciudad de Kioto, Japón.
Con esta misión, se redactó el Protocolo de Kioto. El Protocolo de Kioto fue adoptado durante la Conferencia de las Partes de la Convención celebrada en la ciudad de Kioto, Japón, en diciembre de 1997.
El Protocolo de Kioto establece compromisos cuantitativos de reducción de emisiones para los países desarrollados para el período 2008-2012, los cuales se enuncian en su artículo 3 y son:
· Las Partes incluidas en el Anexo I (países en desarrollo) se asegurarán, individual o conjuntamente, de que sus emisiones de GEI de origen humano no excedan de las cantidades permitidas a ellas en función de sus compromisos de reducción de emisiones. Lo anterior, con miras a reducir el total de las emisiones de esos gases a un nivel inferior en no menos de 5% al de 1990 en el período de compromiso comprendido entre el año 2008 y el 2012.
· Cada una de las Partes incluidas en el Anexo I deberá poder demostrar para el año 2005 un avance concreto en el cumplimiento de sus compromisos contraídos en virtud del presente Protocolo. (Artículo 3, Protocolo de Kioto).
En el artículo 10 se listan los compromisos de todas las Partes de la Convención, incluyendo los de países en desarrollo como México. Entre estos compromisos figuran los siguientes:
· Formularán programas nacionales y, en su caso, regionales para mejorar la calidad de los factores de emisión, datos de actividad y/o modelos locales para la realización y la actualización periódica de los inventarios nacionales de las emisiones de origen humano por las fuentes y la absorción por los sumideros de los gases de efecto invernadero.
· Formularán, aplicarán, publicarán y actualizarán periódicamente programas nacionales y, en su caso, regionales que contengan medidas para mitigar el cambio climático y medidas para facilitar una adaptación adecuada al cambio climático. Tales programas guardarán relación, entre otras cosas, con los sectores de la energía, el transporte y la industria así como la agricultura, la silvicultura y la gestión de los desechos.
· Cooperarán en la promoción de modalidades eficaces para el desarrollo, la aplicación y la difusión de tecnologías, conocimientos especializados, prácticas y procesos ecológicamente racionales en lo relativo al cambio climático, y adoptarán todas las medidas viables para promover, facilitar y financiar, según corresponda, la transferencia de esos recursos o el acceso a ellos, en particular en beneficio de los países en desarrollo.
· Cooperarán en el plano internacional para la creación de capacidad nacional, en particular capacidad humana e institucional, en particular para los países en desarrollo. Facilitarán en el plano nacional el conocimiento público de la información sobre el cambio climático y el acceso del público a ésta. (Artículo 10, Protocolo de Kioto).
El Protocolo de Kioto entró en vigor el 16 de enero de 2005, 90 días después de la ratificación por parte de Rusia. Con la firma de Rusia se recabaron las ratificaciones de 141 países de la Convención (el mínimo era de 55), incluyendo a países Anexo I cuyas emisiones representan más de 55% de las emisiones totales de dióxido de carbono para 1990 de dicho grupo.
III. Mecanismos Flexibles
Para cumplir con los compromisos establecidos para los países Anexo I, el Protocolo de Kioto establece 3 mecanismos, denominados mecanismos flexibles:
· Implementación conjunta· Mecanismo de Desarrollo Limpio
· Comercio de emisiones

El Protocolo de Kioto incluye tres mecanismos (artículos 6, 12 y 17) diseñados para incrementar la costo-efectividad de la mitigación del cambio climático, al crear opciones para que las Partes Anexo I puedan reducir sus emisiones, o aumentar sus sumideros de carbono de una manera más económica. Aunque el costo de limitar emisiones o expandir la captura varía mucho entre las regiones, el efecto en la atmósfera es el mismo, sin importar donde se lleven a cabo dichas acciones.

Los tres mecanismos son:
1.
Implementación conjunta: El Artículo 6 señala que todas las Partes Anexo I podrán transferir a cualquier otra Parte incluida en el mismo Anexo, o adquirir de ella, las Unidades de Reducción de Emisiones (ERUs, por sus siglas en inglés) resultantes de proyectos encaminados a reducir las emisiones antropogénicas de GEIs por las fuentes ó incrementar la absorción antropogénica por los sumideros. Las ERUs podrán ser utilizadas por las Partes que inviertan en dichos proyectos para cumplir sus metas de reducción.
2.
Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL): El Artículo 12 funciona de manera similar al de Instrumentación Conjunta, a diferencia que Partes no Anexo I serán los huéspedes de proyectos de mitigación. La estructura institucional del MDL es más compleja ya que incluye un Consejo Ejecutivo que guiará y supervisará los arreglos prácticos del MDL. El Consejo opera bajo la autoridad de la Conferencia de las Partes. Los procesos de monitoreo son más estrictos para garantizar que no se generen Certificados de Reducción de Emisiones (CERs, por sus siglas en inglés) ficticios, dado que algunos países en desarrollo carecen de la capacidad técnica necesaria para realizar un monitoreo preciso de sus emisiones. Las Unidades de Remoción (RMUs, por sus siglas en inglés), son las que se obtienen de las actividades de captura de carbono.
3.
Comercio de emisiones: El artículo 17 del Protocolo de Kioto establece que las partes del Anexo I podrán participar en actividades de comercio de “Certificados de emisión de gases de efecto invernadero”. Las actividades del comercio de emisiones serán suplementarias a las medidas nacionales que se adopten para cumplir los compromisos cuantitativos de limitación y reducción de emisiones.

Con los denominados mecanismos flexibles se pretende contribuir a que las soluciones técnicas para cumplir con los objetivos de Kioto sean costo-efectivas mediante esquemas de mercado.
El Mecanismo para el Desarrollo Limpio es el esquema más importante para nuestro país. Este mecanismo tiene el propósito de ayudar a las partes no incluidas en el Anexo I a lograr un desarrollo sustentable y contribuir al objetivo último de la Convención, así como ayudar a las partes incluidas en el Anexo I a dar cumplimiento a sus compromisos cuantificados de limitación y reducción de emisiones contraídos en virtud del artículo 3. De tal forma, los países en desarrollo pueden vender un servicio ambiental global.

¿Qué podemos hacer para mitigar el cambio climático?
Hay muchas cosas que, como individuos y en el contexto de nuestro hogar, nuestra familia, nuestra comunidad y nuestro país podemos hacer para colaborar en evitar este problema planetario.
Como individuos
Día con día, tomamos decisiones que se reflejan en la forma en la que realizamos nuestras labores domésticas, cómo nos transportamos al trabajo y cómo pasamos nuestros ratos de ocio, entre otras muchas cosas.
Todas estas actividades resultan, en mayor o menor medida, en la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero y, por tanto, contribuyen al cambio climático.


Emitimos gases de efecto de invernadero de manera directa cuando hacemos uso de combustibles. Al quemar leña, gas o gasolina estamos liberando el carbono de esos combustibles y convirtiéndolo, junto con otros gases, en bióxido de carbono, principal gas de efecto de invernadero.
Es cierto que una parte de las emisiones de gases de efecto invernadero son resultado de actividades sobre las que tenemos poca influencia directa e inmediata, como lo pueden ser las que realiza la industria. Sin embargo, una porción considerable de las emisiones de gases de efecto de invernadero está directamente relacionado a nuestras actividades cotidianas.
Por cada tres litros de gasolina que quemamos se emite cerca de un kilo de bióxido de carbono. Un litro de gasolina nos alcanza para, en promedio, recorrer diez kilómetros. Si recorremos 50 kilómetros diarios estamos emitiendo cerca de 15 kilos de bióxido de carbono por día (además de otros contaminantes).
El utilizar electricidad también resulta en emisiones de gases de efecto de invernadero, esto porque un alto porcentaje de la electricidad se genera a partir de hidrocarburos como el petróleo, el carbón y el gas natural. En México, cerca del 80% de la generación de electricidad se realiza quemando hidrocarburos.
Un kilowatt-hora es lo que consume un foco de 100 Watts en 10 horas. Un kilowatt-hora de electricidad requiere de un tercio de litro de petróleo para ser generado. Quemar un litro de petróleo implica emitir cerca de un kilo de bióxido de carbono. Por lo tanto, el uso de un foco de 100 Watts por 100 horas resulta en la emisión de hasta tres kilos de bióxido de carbono.
Más Información:
Información sobre la participación de las diversas fuentes de energía para la generación.
Comparación del impacto ambiental de las diferentes formas de producir electricidad.





Manejo de la basura
Un problema de la disposición final de la basura, son las emisiones de metano que esta genera a la atmósfera. Una forma en que podemos contribuir es en la separación de la misma en residuos orgánicos e inorgánicos y en el reciclado de la misma con el fin de generar menos basura que se depositará finalmente en un relleno sanitario.

Cuidar el agua
Para evitar la vulnerabilidad por falta de agua y su impacto en la sociedad y en la naturaleza, como individuos podemos contribuir a conservar la misma mediante un buen uso de la misma y evitando el desperdicio.
Recomendaciones para cuidar el agua:
• Mientras te bañas, cierra la llave mientras te enjabonas.
• Cierra la llave cuando te estés cepillando los dientes o afeitando.
• Revisa periódicamente las tuberías de tu hogar, especialmente de los sanitarios.
• Revisa que el empaque de las llaves para evitar fugas.
• Usa accesorios ahorradores de agua en el sanitario, lavabo y ducha.
• Cambia el sanitario por uno cde bajo consumo.
• Al lavar los trastes, cierra la llave del agua mientras los enjabonas.
• Recicla el agua de la lavadora. Con ella puedes lavar patios y banquetas.
• Al lavar el coche, usa la cubeta de agua en lugar de una manguera.
• Riega las plantas por las tardes o en la noche para aprovechar la absorción del agua.

Más información:
Cultura del agua ”, Mérida

Cuidar los bosques
Los bosques son el pulmón de nuestro planeta, ya que gracias a ellos se captura el bióxido de carbono, la principal emisión de gas de efecto invernadero, además de que ayuda a conservar el agua en la zona.

Mejorar nuestros hábitos de uso de energía en el hogar
Muchas veces nuestros hábitos cotidianos son resultado de la costumbre y los desarrollamos sin pensar en sus implicaciones Sin embargo, acciones tales como la manera de utilizar la luz y el agua, el medio de transporte que usamos, e incluso la forma en que cocinamos nuestros alimentos tienen un impacto sobre el ambiente.
En el hogar hacemos uso de diversos instrumentos y aparatos que se han vuelto parte de nuestra vida diaria. Algunos de ellos cubren necesidades básicas y otros incrementan la comodidad y confort del hogar. Para su funcionamiento, requerimos fuentes de energía tales como la electricidad y el gas L.P. o el gas natural.
Como individuos tomamos decisiones que afectan la forma y la cantidad en la que, por nuestras actividades, se consume energía y, por lo tanto, se emiten gases de efecto de invernadero. Algunas de estas decisiones son cotidianas y tienen que ver con la forma en que operamos los dispositivos que consumen energía. Aquí nuestros hábitos determinan si desperdiciamos o no energía.
A continuación enumeramos una serie de consejos para hacer un mejor uso de la energía. El aplicarlos, para todos aquellos que se preocupen de nuestro medio ambiente, será una muestra de solidaridad con el resto de la humanidad. Para los demás, puede ser una forma de cuidar su economía.
Consejos para ahorrar energía en el hogar
Estos son consejos para la más eficiente operación de los principales equipos que usan energía en el hogar.

La iluminación de mi casa
La iluminación puede representar una tercera parte del consumo de energía eléctrica en el hogar (cuando no existe aire acondicionado) y, por ende, de lo que usted paga en su factura.
· Apague la luz cuando no la necesite.
· Sustituya los focos incandescentes por lámparas fluorescentes compactas (ahorradoras), las cuales cuestan más, pero consumen hasta cuatro veces menos energía y duran hasta diez veces más.

El refrigerador
El refrigerador puede llegar a consumir cerca de la tercera parte de la energía eléctrica utilizada en su casa.
· Asegúrese que la puerta cierre herméticamente.
· Evite introducir alimentos calientes dentro del aparato.
· ¿Sabía usted que los refrigeradores nuevos usan una tercera parte de la energía que los modelos viejos (de más de diez años del mismo tamaño)?
· Si su refrigerador tiene más de diez años, le puede convenir cambiarlo por uno nuevo.

El aire acondicionado
El aire acondicionado es uno de los equipos o sistemas que más consumen energía en regiones de clima cálido.
· Dé mantenimiento cada año a todo el equipo. Revise si la unidad necesita gas refrigerante y lleve a cabo una limpieza general del equipo.
· Si va a comprar un equipo de aire acondicionado, evite comprar uno usado y no compre uno con capacidad de sobra.
· Aisle térmicamente su casa y asegúrese de su hermeticidad. Aislar el techo es muy recomendable. Selle o cubra con cinta aislante para intemperie todas las fisuras, grietas y orificios que dan al exterior e instale aislantes de confort (burletes) en todas las puertas y ventanas que dejan pasar aire.

La estufa
Si se utiliza durante periodos relativamente largos cada día, puede consumir más gas que el calentador de agua.
· Cerciórese de que la combustión en las hornillas se realice con flama azul.
Siempre que sea posible, utilice la olla de presión. Los alimentos se cuecen más rápido en ella y usted ahorra gas.
· Al cocinar, tape bien las ollas, así no se desperdicia calor.
· Si va a comprar una estufa nueva, elija una con pilotos electrónicos, así podría ahorrar hasta un 20% respecto al gasto actual.

El calentador de agua
El calentador es, después de la estufa, el segundo aparato que más gas consume.
· Revise que no haya fugas de gas o de agua para reducir los riesgos y gastos innecesarios.
· Instale regaderas economizadoras de agua.
No utilice agua caliente si no la requiere.
· En ausencias prolongadas, por ejemplo, al salir de vacaciones, conviene cerrar la llave del gas.

La lavadora de ropa
Es un aparato cuyo consumo de electricidad y gas puede ser alto.
· Deposite siempre la cantidad de ropa indicada como máximo permisible.
· Use siempre el ciclo más corto posible para un lavado apropiado.
· Evite utilizar agua caliente en la lavadora, a menos que la ropa esté demasiado sucia.
· Además, asegúrese que el enjuague se haga con agua fría.

La televisión
El consumo de energía eléctrica de la TV va a depender, sobre todo, del tiempo que ésta permanezca encendida.
· Encienda el televisor sólo cuando realmente vaya a ver algún programa.

La computadora
El consumo de energía de estos equipos depende del tiempo que permanezcan encendidos.
· Encienda la computadora sólo cuando realmente vaya a usarla.
· Utilice el modo de ahorro de energía en su máquina.
· Si requiere mantener encendida su máquina sin usarla, apague el monitor.


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